15 febrero 2017
En la agenda deportiva de Jon Lamas para 2016 figuraban tres citas de relumbrón. El karateka del Yin – Yang estructuró la preparación para alcanzar su mejor estado de forma de cara a la gala del 40º aniversario del gimnasio, el Campeonato de Euskadi cadete y el Europeo juvenil de kyokushin en Holanda. Si en el festival celebrado en junio firmó una de las actuaciones más aplaudidas al ejecutar junto a Jon Betolaza una kata musical que recordó al realizado por Shihan Javier Lezcano en 1990, en el torneo de Aretxabaleta se subió al segundo escalón del podio. Sin duda, el mayor éxito lo materializó en tierras holandesas, donde estrenó su palmarés continental, aunque sentÃa cierta inquietud en los momentos previos que a punto estuvieron de lastrarle. «Iba con muchos nervios porque hacÃa tiempo que no tomaba parte en una cita de este nivel, pero estaba muy bien preparado. No era mi debut debido a que lo habÃa hecho hace unos años en Zaragoza. SabÃa que llegaba bien y me veÃa con opciones de subir al podio», apunta Lamas.
Durante su estancia en Papendal estuvo muy tranquilo y aprovechó para «disfrutar» del entorno. El estado de ánimo cambió en cuanto se acercó el dÃa de la competición y se dirigió al pabellón. «Ahà ya me puse algo nervioso», admite. El objetivo inicial fue conseguir entrar en los cuatro mejores que se clasificaban para la segunda ronda. Desde el primer instante lideró el ranking y consiguió las notas más altas, con gran superioridad, hasta alzarse con el titulo al aventajar en más de dos puntos a su predecesor. Este primer gran éxito continental le dejó gratas sensaciones asà como mucha fuerza para seguir. «El trabajo realizado y el sufrimiento no habÃa sido en balde. Al final pude recoger la recompensa», remarca Lamas, que recibió un pequeño homenaje en la gala de Navidad del gimnasio, donde le entregaron el diploma acreditativo de su logro.
Previamente compitió en el Campeonato de Euskadi cadete, aunque solo se inscribió en kumite, dentro de la categorÃa de -52 kg. Como conocÃa a gran parte de los oponentes era consciente de que podÃa llegar lejos, aunque el tÃtulo conllevaba cierta dificultad. Lamas superó obstáculos hasta presentarse en la lucha por el máximo entorchado. Allà le esperaba Julen Tamayo. «Me tocó enfrentarme a un amigo de Vitoria, aunque milita en otro gimnasio. Nos conocemos mucho y al principio estábamos un poco parados. HabÃa mucho respeto y ambos intentábamos buscar los puntos débiles del contrario. Al final consiguió marcarme y me venció. El primer puesto estaba entre mis objetivos pero sabÃa que era complicado debido a que siempre hemos estado muy parejos», subraya.
De cara a la nueva temporada, Lamas enfoca la mirada hacia una competición en BerlÃn y el Campeonato de España, «que se celebrará en Bilbao». TodavÃa no está segura su participación en Alemania, pero, por si acaso, acude todos los dÃas a entrenar. «En caso de ir solo haré kumite», advierte. En cambio, en la cita estatal doblará programa. «En BerlÃn trataré de realizar un buen papel y en Bilbao lucharé por revalidar el tÃtulo».
Juegos OlÃmpicos
Su primer contacto con el arte marcial se produjo «al poco de cumplir 8 años». Hasta la fecha jugaba a fútbol en Padre Orbiso. «En el Centro CÃvico Arriaga impartÃan karate y como querÃa hacer algún deporte decidà apuntarme. Enseguida me enganchó y disfrutaba mucho cuando entrenaba. Luego, ya pasé al Yin – Yang. Ahora ocupa un lugar importante en mi vida y cuando no puedo ir a entrenar noto que me falta algo. Saco toda la fuerza y ha permitido ampliar mi cÃrculo de amistades. Tengo muy buena relación con los entrenadores y los compañeros. Además, me viene muy bien para olvidarme de los estudios. Estoy en 4º de la ESO y lo compagino sin problemas», recuerda.
Lamas se ejercita en kyokushin, aunque también compite en wuko, el estilo que será olÃmpico en Tokio 2020.  Aprovecho los beneficios de uno para aplicarlos en el otro. El wuko es más técnico y luego lo pongo en práctica en kyokushin. Y la fuerza que te da éste me lo traslado al otro», matiza. También duda a la hora de decantarse entre las dos modalidades de competición de karate. «Son estilos diferentes. Empecé con katas, pero poco a poco hemos ido introduciendo el kumite. Me parece más dinámico ya que luchas contra los rivales. En cambio, en kata eres tú contra ti mismo», señala Lamas, que sueña «con seguir cosechando logros y poder acudir a unos Juegos OlÃmpicos».
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